martes, 19 de agosto de 2014

UNA VERDAD DELICADA (John Le Carré)

Pues aquí, simple y llanamente, estamos ante un buen libro. Yo no sé - ni creo que nadie llegue a saberlo nunca- como son capaces de sacarse de la manga estos best-selleristas estos textos tan buenos. ¿Talento natural? ¿un equipo de documentalistas y asesores incontable? ¿manos que redactan capitulos que luego el autor se limita a revisar a vuela pluma?
Sea como fuere, el libro es bueno, distrae, el tema es atractivo y todo eso junto hace que pases un par de días de "enganche" a las trescientas y pico páginas que maneja el relato.
El asunto de fondo versa sobre los negocios de la diplomatura y los altos funcionarios con poder: venta de información reservada y de secretos oficiales, contratas de empresas privadas de segurudad en detrimento de las fuerzas del estado, grandes fortunas que conforman el caldo donde realmente se toman las decisiones, y al cabo, según la novela, un pequeño hombre que, en un arrebato de dignidad y audacia, es capaz de desenmascarar la trama y ponerle remedio.
Lo bueno de este tipo de novelas es analizar como en frases medidas se contiene una información ingente. Es admirable esa capacidad para generar ambientes de misterio con un par de párrafos lanzados al texto.
Yo creo que esa es la gran virtud.
Libros sin grandes pretensiones literarias pero que aciertan con las palabras, que saben manejar el lenguaje tras el propósito que persiguen.
Y queda siempre la misma sensación cuando uno lee este tipo de tramas: si lo que se deja contar es esto, que habrá detras de lo que no se deja contar o, mejor, de lo que no nos dejan saber.
En fin.
 
 
Otra lectura (la cuarta) del ingreso hospitalario de Agosto de 2014.
 
 

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