domingo, 25 de marzo de 2012

EL MUNDO ES UN PAÑUELO (Bartolo Luque)

Desde que leí "Una pequeña Historia sobre casi Todo", siempre me ha gustado con entablar relación (a distancia, eso sí) con los libros de divulgación cientifica. Este lo encontré de casualidad, por azar, en la librería de la Universidad de Valencia de la calle Artes Gráficas (mientras hacía tiempo por, precisamente, matar el tiempo).

Haciendo un pequeño aparte sí me gustaría reflexionar sobre los libros que nos muestran en primera línea de venta. Visité hace escasos días venecia y en los varios paseos pude comprobar como sus librerías colman las vitrinas de auténtica joyas del pensamiento moderno (Fukuyama, historia de la Libia reciente, libros de pensadores...). Aquí en cambio, nuestras librerias se adornan de los últimos best-sellers y éxitos de ventas, y salvo alguna honrosa excepción pocos son los libreros que se apartan del mercadeo y ponen en primera plana piezas de relumbron no comercial, pero apetitosas desde el punto de vista del conocimiento.

Algo así pasa con un libro como éste; un libro que debería estar en la cabecera de cama de cualquier chaval que acabara de cumplir los dieciocho o de cualquier persona con una mínima ansia de saber de su entorno. Un entorno complejo, donde sólo la matemática y ciertos aspectos de la ciencia son capaces de revelar ciertas claves ocultas.

En este sentido, el libro contiene una reflexión fulminante, y a mi juicio muy acertada: si a uno le preguntan quien es Cervantes y no lo sabe, se le tilda de analfabeto. Sin embargo, si se le pregunta por quien es Heisenberg, y no lo sabe (el padre del principio de Incertumbre matriz de la física cuántica por si alguien no...) se considera algo anormal; no hay pues una conciencia del analfabetismo cientifico, aunque en puridad se pueda ser tan analfabeto en un sentido (el humanista) como en otro (el matemático).

El libro se forma de varios ensayos que fueron publicándose entre 2001 en adelante en varios diarios y forma una especie de totum revolutum de información, urdida por un vínculo que es la aproximación a la ciencia y matemática moderna. Lo cierto es que a un libro de estas caracteristicas se le puede sacar un partido enorme pero yo me quedo:
a) Con el origen de la voz Museo, que parte del Museion de Alejandria, que en origen era el templo de las musas que en aquella ciudad se reconvirtió en un laboratorio para el público en general.
b) Con la llamada Transferencia Greuen, técnica psicológica avanzada que ha logrado descubrir que sin relojes, sin ventanas y con disposiciones uniformes el ser humano se desorienta lo que le avoca al consumo como salida.
c) Y por supuesto todo el/los capitulos dedicados a las redes complejas, tan apetecibles para poder entener (aunque sea por simple aproximación intuitiva) las redes sociales.

La prosa, por otro lado, excelente, a pesar que el narrador es un cientifico y como tal hecho a tecnicismos y jergas muchas veces profanas para el común mortal.

Joya escondida entre los estantes.
Una vez más la mágia del azar para llegar al conocimiento. 

EVA LUNA (Isabel Allende)

Leo por la red, con algo de desconcierto, que a la buena de Doña Isabel se le califica de una autora comercial; un poco de pérfida literaria que utiliza su arte con la única finalidad de comercializar un producto. Puf, a mí, después de haber leido la primera obra que ha caido en mis manos de esta mujer me suena a envidia insana y manirrota.
Personalmente me ha parecido una novela maravillosa, cargada de una hermosura patente, abierta y plana, sin ambages, sin doble tuerca.

Simplemente bella, esta historia de la niña Eva Luna, que luego llega a mujer a través de las desventuras de una vida de predestino que al final la acaban uniendo a un austriaco extraño y a la propia hija del viento.
Me ha encandilado la prosa, tan simple como hermosa. Creo que no hace falta hacer cosas raras para crear una novela bonita. Sí. Quizás esas tramas enrevesadas o ese lenguaje forzado hasta el agotamiento, sean una buena muestra de coraje, de innovación, de experimento. Pero cuando quieres hacer algo hermoso, las claves son tan sencillas como una buena historia, los adjetivos certeros y las metáforas bien dispuestas.
Se le nota el empalme de la autora con la línea hispanoamericana de lo fantastico incardinado a lo real (he leido que también eso se le critica: una mala copia de Márquez dicen algunos) pero insisto en que me ha resultado una delicia literaria que me ha mantenido el enganche como hacia años que no lo conseguía ningún libro.
Emocionante experiencia, pues